Adobe-Cinco poetas
EDUARDO BOBRÉN
Después, herido mortalmente por la penumbra adversa, enrojece de sangre el horizonte crepuscular. Al menos tu, ¡oh, Sol!, tendrás mañana un alba esplendorosa y un bendecido espacio donde rugir triunfante. No habrá quien te disipe: la lluvia te devuelve en el arco multicolor, y la niebla, que no puede aprisionarte,
Madre, las nuevas flores que te dejara tu hermosa rosa, llenan tu estancia. Madre, tu Amada Rosa y sus bellas flores son tu esperanza.
te regresa en tus rayos que son filtros de luz- y de esperanzas. Tan sólo la penumbra te perturba...
Canto al Sol Ruge el sol
¡pero puedes vencer! y sorprender radiante, al otro día.
aleteos de libertad al caer de la tarde y se inunda el entorno de su luz ambarina que perece.
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