Poesía de los sueños
ANDALUCÍA
petróleo! Había desaparecido la tontura, o tal vez…¿habría fingido ser tonto? Dicen los médicos: "algunas enfermedades se curan con sobresaltos". José quiso seguir fingiendo ser tonto, por tal motivo, tapó el hoyo con ramajes, se presentó ante sus padres y les pidió que le regalaran la finca afortunada, porque todas las primaveras y veranos, gustaba pasear por el lugar y de camino rezar a los santos. Los padres se compadecieron… Como no dar ese capricho a un hijo que presenta tales minusvalías, los demás hermanos sabrían comprender. Hicieron escrituras a su nombre; por supuesto con la representación de éstos a causa de la deficiencia mental. Pasado algún tiempo, una mañana de abril, acudió agitado ante los padres y les dijo en tono cabal y sereno:¡Padres, he sido curado por la Virgen, además me ha regalado por mi fe un tesoro!...¡Ya soy listo!
Antonio Pérez
Mancha Real Vivía en un pueblo de Andalucía, un joven apuesto, pero con cierto retraso mental. Le llamaban: "el Tonto José", apenas hablaba con la gente, gustaba pasear entre la arboleda del parque, las mozas se reían cuando les enseñaba el aparato sexual; debía ser bastante proporcionado...Parecía del interés de todas. Un día iba José por una finca de árboles frutales propiedad de sus padres y vio una mancha negra al lado de una noguera; la tapó con tierra, puesto que era su lugar preferido para echar la siesta. Al día siguiente volvió y la mancha apareció en el mismo lugar. Pensó: ¿me estarán tomando el pelo, para que no duerma tranquilo?; realizó la misma operación del día anterior, pero al día siguiente volvió a salir la mancha. No tan corto de luces, llevó al lugar una azada y comenzó a cavar en el sitio. A los cuarenta centímetros aproximadamente, le saltó a los ojos un chorro de líquido negro viscoso: ¡esto es
José, ante la sorpresa de la familia, pudo aclarar a médicos y jueces que podía administrar
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