Poesía de los sueños
LAS DEUDAS
me embargaban la casa. ¿En dónde viviré? La banca no daba préstamos. ¡Dios mío! ¿Qué hacer? … Se me ocurrió hablar con un familiar inspector de Hacienda para que intercediera. Dijo no poder hacer nada; sin embargo, consiguió me entrevistara con el jefe…"Don Inocente". A veces se piensa que una realidad tan cruel es un sueño, y solemos exclamar: ¡ojalá sea un sueño!; pero al despertar el martirio sigue ahí. Camino de la Delegación de Hacienda para realizar la entrevista, mi esposa y yo nos encontramos con un amigo, empleado de tal organismo, al subir la escalera principal...
Antonio Pérez
Mancha Real Las deudas son causas de muchos sueños y desvelos, propiciando a veces crisis en las personas, pudiendo degenerar a depresiones crónicas o incluso suicidio del que no ha podido suportar tales cargas. Recuerdo en mi juventud que varias personas se suicidaban por motivos de "las trampas", tirándose a los pozos de sus casas; por eso taparon casi todos. Yo no soy la excepción, recuerdo que hace varios años contraje con Hacienda una trampa en torno a 4.000 euros. Debido a mis circunstancias personales, no podía hacer frente. Con el paso del tiempo, aquello que no parecía tener importancia fue engordando, hasta convertirse en 60.000 euros. Parece sorprendente...La verdad no prestaba atención a las notificaciones recibidas. Ya Hablando de las deudas con mi amigo Juan, éste me contó el siguiente relato:
-¡Hola que tal, que os trae por aquí!
-¡Vamos con prisa, tenemos una entrevista con Don Inocente!
-El jefe tiene su despacho subiendo a la derecha, ¡hasta luego!
Allí estaba, como el rey Salomón y su plebe, dispuesto a administrar justicia…
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