Poesía de los sueños
LAS DEUDAS
Un día estábamos en un bar, tomando unas cervezas y una gitana que entró, se brindó a echarnos la buena ventura; en principio reacios, le dijimos que no; pero tanto insistió, que al fin accedimos. Le dimos la palma de la mano, y al poco tiempo dijo que nuestro amor iba a ser eterno, que habíamos tenido una desgracia económica, aunque al final saldríamos airosos del problema. La gitana nos vio bien arreglados y nos pidió 20 euros. Tan solo llevábamos 6 euros: 3 paras las cañas y 3 para ofrecerle… Tan mal le sentó que creo nos echó la mala venturanza. Lo cierto es que al poco tiempo nos llegó notificación de embargo de la Seguridad Social. Salí a pasear para alejar mis penas. Comencé una ruta andando ligero y así no tener pesadillas. Llegué hasta la fuente del "Tío Ratón" (sierra Mágina, por la Mesa, dentro del término de Pegalajar, concretamente al lugar se le denomina Bercho). Allí encontré un anciano y entablamos conversación:
-¿Qué les trae por aquí?
-Somos Rosa y Juan, venimos de parte del señor Hermenegildo.
-¡Si, aquí tengo la cuenta!, tienen que pagar 87.000 euros.
-¡Qué barbaridad!, si hace un año eran 60.000 euros.
-Esto no hace más que subir...Moras, gastos, costas…, y mi tiempo muy limitado...Haber...Soluciones.
-Nosotros no podemos pagar eso... ¿Dónde vamos por el dinero?
-Pues lo pintan o les llegará una orden para desalojar su casa. ¡Ale! ¡Tengo prisa! ¡Vuelvan con el dinero!
¡Nunca una recomendación había sido tan mal atendida!, fue la exclamación que ambos nos planteamos al salir por la puerta. Nos habían puesto en "el ojo del huracán". En los días siguientes, no podíamos conciliar el sueño. Temíamos lo peor. Nos veíamos durmiendo debajo de un puente.
-¡Hola!, ¿dónde va por estos parajes?
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